Durante los primeros tres años de vida, el niño pertenece por derecho propio al hogar familiar. El juego libre, la libertad de movimiento, un ambiente sin estrés, seguro y con un soporte afectivo sólido son esenciales en esta importantísima primera etapa y eso es exactamente lo que una madre de día puede ofrecer.
Esta visión, que lleva años en Europa, está instalándose poco a poco en nuestro país. Empezó de la mano de Inés Gámez, que trabajó en Alemania como madre de día y pionera del proyecto en España.